domingo, 1 de marzo de 2009

El humor como herramienta pedagógica

Hace casi un mes el Diario El Mercurio pubicó la siguiente breve nota, firmada por la periodista Pamela Carrasco, que tenía pendiente compartir con ustedes porque me parece un tema de gran relevancia. Este es el breve articulo: 

"EL HUMOR ES UNA HERRAMIENTA PEDAGÓGICA VALIOSÍSIMA PARA LOS PROFESORES" 
El español Jesús Fernández Solís hace talleres para que los docentes apliquen la risa 
como parte de sus metodologías de aula. 

por Pamela Carrasco T. 

Jesús Fernández no tiene cara de bueno para la risa. Bajito, de anteojos, cara afable, puede pasar perfectamente por un severo funcionario público. Pero las apariencias engañan y este académico español en realidad se ha pasado buena parte de su vida dedicado a estudiar, aplicar y enseñar acerca del humor. Junto a Eduardo Jáuregui formó la empresa "Humor Positivo" y esta semana estuvo en Chile invitado por el Instituto Experimental de Estudios Humorísticos de la Universidad Diego Portales, para dictar la charla "Educar el Humor y educar en el humor".



"La labor de los docentes tiene un gran desgaste y muchos problemas, y el humor es clave para su vida personal y para su formación profesional, ya que bien usado puede ser una herramienta pedagógica valiosísima", sostiene. Gracias a su proyecto "Escuelas que ríen" ha trabajado en distintos colegios de España realizando talleres de uso pedagógico del humor para profesores y directivos. Sostiene que no sólo genera un mejor clima en la sala, sino que ayuda a la motivación de los niños, favorece el análisis y la creatividad, hace que se agilicen los procesos de enseñanza y aprendizaje y sirve de apoyo para construir materiales didácticos.

"En general e problema es que los profesores se formaron en un modelo muy serio y ese modelo es el que aplican después, así que hay que romper muchas barreras", sostiene.

Para él, el humor debe ser planificado por el docente como parte de una estrategia de enseñanza. "No es llegar y contar chistes. Si yo cuento un chiste, si hago magia o genero una situación graciosa, ésta debe ser pertinente con la clase y tener un objetivo pedagógico", dice. El académico da ejemplos de cómo se puede planificar el humor más allá de la anécdota. "Si los niños deben aprender los ríos de Chile, les pueden pedir que inventen una canción en hip hop que hable de ellos; también podemos imitar un concurso que esté de moda en la televisión para repasar una materia. No es sólo contar chistes", explica.

Si bien no hay mediciones sistematizadas acerca del impacto de estas metodologías en el aprendizaje de los niños, los propios profesores sostienen que las clases son más agradables y los niños aprenden mejor y más motivados. "Un niño pasa muchas horas de su vida en la escuela, ¡no todo puede ser tan serio!", dice.

En lo personal uso mucho el humor en clases, aunque debo reconocer que no suelo planificarlo, es más bien espontáneo, pero doy fe de su buen resultado e impacto positivo en un aspecto sumamente importante: el clima de trabajo. Cuando hay un clima de trabajo agradable las posibilidades de que mis alumnos aprendan se multiplican y el humor ayuda poderosamente a ello. Además, como elemento anexo no menor, he notado que la creatividad, tanto del docente como de los alumnos, empieza lentamente a desatarse.

Dejo aquí el enlace a la página oficial de este entretenido colega por si alguien se interesa.

prof. Benedicto González Vargas

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